¡Lo único que tenemos que temer es al miedo mismo!”; dijo Franklin D. Roosevelt; en una frase atemporal cuya inspiración le llegó de uno de sus consejeros: Napoleon Hill. Los principios que Hill recopiló en su clásico Piense y hágase rico permitieron a una generación romper con las ataduras del miedo; responsables de exacerbar los males de la Gran Depresión y la guerra mundial y elevarse a nuevos niveles de éxito; algo que se sigue haciendo hoy en día.
Es hora de dominar tus miedos y aumentar tu resiliencia para que puedas recuperar el control de tu vida y alcanzar tu visión del éxito.
El miedo es uno de los mayores obstáculos para tu éxito; felicidad y realización; y uno de los más difíciles de combatir. Se ancla en lo más profundo del subconsciente y oscurece tus pensamientos dominantes; confundiendo tus percepciones y; a su vez; tus acciones. Pero el miedo no tiene por qué escribir su propia historia. Es simplemente una emoción que puede dominarse y canalizarse para que trabaje a tu favor; no en tu contra.