Sigmund Freud quiso sin duda que el concepto psicoanalítico de la “perversión” se mantuviera ajeno a las connotaciones morales que posee el término en su uso corriente. No obstante, la relación que dicho concepto tiene con la sexualidad y la agresividad lo han vuelto problemático. ¿La perversión es una emoción? ¿Es acaso una forma de pensamiento o de creencia? ¿Constituye una variante sexual?. Descripta a veces como una actuación de fantasías inconscientes, la perversión combina sentimientos de venganza, afán de triunfo y de control y defensa contra el desvalimiento. El concepto de perversión es ampliamente utilizado en el psicoanálisis para comprender la dinámica inconsciente de las adicciones, loa abusos y agresiones sexuales, la delincuencia, los impulsos homicidas y el robo. En el análisis de nuestra cultura, los conceptos de narcisismo, fetichismo, voyeurismo y sadomasoquismo demostraron ser herramientas útiles.